Es importante considerar no solo los efectos que estos trastornos ejercen sobre la salud si no también a nivel psicológico porque aunque consigamos paliar los efectos en el organismo es imposible llegar a una curación si a en el ámbito psicológico todavía esta patente la enfermedad. Para poder restaurar estos daños es importante considerar cuales son y conocerlos a la hora de tratar al infante.
Secuelas nerviosas:
- Anomalías electroencefalográficas
- Atrofia de determinadas áreas cerebrales a expensas de dilatación ventricular:
- afortunadamente suele ser reversible con la recuperación nutricional.
- Psicosis.
Secuelas psiquiátricas:
En muchas ocasiones le es difícil al médico psiquiatra efectuar un diagnóstico preciso, puesto que suele haber superposición de signos y síntomas característicos de diversas enfermedades psiquiátricas.
La sintomatología varía en función de la estructura de personalidad y la predisposición genética de cada paciente.
Los trastornos psiquiátricos que con mayor frecuencia se hallan son:
- Trastornos de ansiedad diversos: ansiedad generalizada, trastorno de pánico, fobia social, etc.
- Trastornos afectivos: depresión mayor, trastorno bipolar (alternancia de depresión y manía), trastornos esquizoafectivos, neurosis depresiva.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (T.O.C.)
- Trastornos psicosomáticos: hipocondría (preocupación y temor a padecer una enfermedad grave) y trastorno de somatización (el paciente "utiliza" múltiples molestias corporales como medio de liberar las tensiones internas).
- Psicosis diversas (esquizofrenia en sus diversas formas, pero sólo en la persona con predisposición heredofamiliar).
- Insomnio y otros trastornos del sueño.
- Alteraciones del ritmo circadiano.
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