viernes, 25 de octubre de 2013

INTOLERANCIA A LA LACTOSA

La mejor forma de alimentar a un recién nacido o lactante es administrarle la leche de la propia madre. La leche es el alimento básico en la alimentación de los mamíferos jóvenes desde el principio de la historia; es un alimento completo nutritivamente, y suficiente para cubrir todas las necesidades hasta los 4-6 primeros meses de la vida. Contiene proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y oligoelementos.
La lactosa es el único carbohidrato que existe en la leche de nuestra especie. En algunas ocasiones, la lactosa es responsable de trastornos en niños que son incapaces de asimilar este componente de la leche pudiendo causar tres tipos de trastornos.
  • DÉFICIT DE LACTASA: Reducción de la actividad normal de lactasa en la mucosa intestinal, ya sea temporal o permanente..
  • MALABSORCION DE LACTOSA: Déficit de lactasa sin sintomatología clínica de intolerancia, por defecto en el desdoblamiento de la lactosa que impide su absorción.
  • INTOLERANCIA A LA LACTOSA: Complejo de síntomas causados por la deficiencia de lactasa.
Los niños intolerantes a la lactosa presentan una diarrea acuosa, con heces ácidas que producen irritación y lesiones alrededor del ano del niño. En los lactantes y niños de corta edad la diarrea puede conducir a una deshidratación y afectación importante de la curva pondo-estatural. También se acompañan de distensión abdominal, flatulencia y dolor de tipo cólico (retortijón).

Tratamiento

Consistirá en tratar la causa que produce la lesión intestinal y retirar la lactosa de la dieta por un periodo variable de 4-8 semanas como mínimo, pues en algunas ocasiones puede ser necesario seguir una dieta exenta de lactosa hasta 6 meses. A este fin existen en el mercado varias fórmulas sin lactosa. También hay que eliminar distintos alimentos que contienen lactosa en pequeñas cantidades y podrían contribuir a la falta de éxito en nuestra conducta dietética.


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