viernes, 18 de octubre de 2013

 
Malaria

 La malaria sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. Esta enfermedad, causada por el parásito Plasmodium (del cual existen cuatro especies que afectan a los humanos, siendo el Plasmodium falciparum la principal y casi única causa de mortalidad), se transmite mediante la picadura de un mosquito del género Anopheles. Se calcula que hoy en día, más de tres mil millones de personas –casi la mitad de la población mundial- viven en zonas de transmisión de la malaria y, anualmente, se contabilizan unos 250 millones de casos clínicos.
Esta pandemia se concentra especialmente en los países situados entre los trópicos y, particularmente, en el continente africano, donde acontecen más del 90% de las muertes totales.
 
 
En las zonas de alta tasa endémica los niños en sus primeros años de vida y las mujeres embarazadas son la población que sufre de forma más directa las consecuencias de la enfermedad. Las estimaciones más realistas ofrecen cifras de 860.000 muertes anuales, hecho que implica que, como mínimo, cada 35 segundos muere un niño por causa de esta enfermedad en el mundo. Globalmente, se calcula que la malaria es responsable de un 8% de todas las muertes pediátricas y, por lo menos, de un 20% de las muertes en menores de cinco años en el África subsahariana.


Las vacunas salvan tres millones de vidas cada año y son una fuerza esencial para protegerse de enfermedades, reducir la mortalidad y aumentar la esperanza de vida. La evidencia científica demuestra que las altas tasas de vacunación han hecho que patologías como la polio o la difteria se hayan convertido en enfermedades olvidadas.

En países como España la malaria fue erradicada en los años 60 y actualmente contamos en nuestro sistema sanitario con medidas tanto preventivas como de tratamiento altamente eficaces que en países como áfrica son prácticamente impensables por su elevado coste. Así como, el rápido diagnóstico  e inicio de un tratamiento con un antimalárico éficaz, medidas de barrera para disminuir el contacto hombre- vector y un tratamiento preventivo intermitente en niños y mujeres embarazadas.
Actualmente para los países menos desarrollados se están desarrollando campañas de vacunación a los principales grupos de riesgo, en este caso mujeres embarazadas y niños porque esta es una enfermedad evitable y de fácil curación.



 

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