viernes, 25 de octubre de 2013


¿Qué es el sarampión?


El sarampión es una infección causada por un virus. Se contrae por lo general a fines del invierno y durante la primavera. Cuando algún portador del virus tose o estornuda, las gotitas que contienen el virus se esparcen por el aire y se depositan sobre las superficies vecinas. Su niño puede contagiarse el virus inhalando estas gotitas o tocándolas y luego llevando las manos a su rostro, boca, ojos u oídos.

Signos y síntomas del sarampión





 
 
El sarpullido del sarampión comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo y las extremidades.
Por lo general, los síntomas del sarampión comienzan con fiebre que dura un par de días. La fiebre suele seguirse de tos, secreción nasal y conjuntivitis. La conjuntivitis es una infección de los ojos; en ocasiones se la llama “ojo rosa”. Comienza con un sarpullido en la cara y la parte superior del cuello que luego se extiende al resto del cuerpo. El sarpullido abarca luego los brazos, las manos, las piernas y los pies. Luego de unos cinco días, el sarpullido comienza a desaparecer en el mismo orden en que apareció.


El sarampión se transmite fácilmente a otros niños


El sarampión es una enfermedad muy contagiosa. Esto significa que se transmite muy fácilmente de una persona a otra. Por lo general, las personas con sarampión pueden contagiarlo desde unos 4 días antes de que comience el sarpullido hasta 4 días después del inicio del mismo. Los niños con trastornos del sistema inmunitario a menudo siguen siendo contagiosos por mucho tiempo. El virus del sarampión vive en la mucosa de la nariz y la garganta de personas infectadas. Cuando estas personas tosen o estornudan, las gotitas se esparcen en el aire. Estas gotitas se depositan en superficies cercanas, donde el virus se puede diseminar durante 2 horas.

Factores de riesgo


Sarpullido del sarampión en primer plano
Sarpullido del sarampión en primer plano
El característico sarpullido del sarampión es rojo y moteado.
Su niño tiene más probabilidades de desarrollar sarampión si:


  • no ha recibido la vacuna contra el sarampión;
  • viaja a otros países sin haber sido vacunado;
  • tiene deficiencia de vitamina A.

Complicaciones


Las complicaciones son peligrosas. Algunos niños con infección por sarampión también tendrán una infección del oído, diarrea o incluso neumonía. Raramente, algunos niños con sarampión también presentan una inflamación del cerebro llamada encefalitis. Los casos graves de encefalitis pueden provocar daño cerebral o incluso la muerte. La muerte es muy infrecuente. La mayoría de los niños que contraen sarampión no han sido vacunados, o provienen de países fuera de Canadá.

Qué puede hacer el médico en caso de sarampión


El sarampión se diagnostica mediante un examen físico del niño. El médico también puede ordenar un análisis de sangre o un hisopado viral de nariz o de garganta. Si usted cree que su niño tiene sarampión, es importante que hable con su médico antes de la consulta de manera de no transmitir la infección a otras personas.

El cuidado de su niño en casa


No existe un tratamiento específico para el sarampión. Usted puede ayudar a su niño tratando de que se sienta cómodo.
  • Controle la fiebre
Para tratar la fiebre se puede usar paracetamol (Tylenol o Tempra) o ibuprofeno (Motrin o Advil). NO administre AAS (ácido acetilsalicílico o aspirina) a su niño.
  • Acueste y aísle a su niño
Su niño no puede ir a la escuela o a la guardería hasta que hayan transcurrido 8 días desde la aparición del sarpullido. Se informará al Ministerio de Salud Pública acerca el diagnóstico de sarampión de su niño y este organismo realizará un seguimiento con usted.

  • Fluidos
Ofrezca a su niño agua y otros líquidos con frecuencia.



La vacuna contra el sarampión está disponible en forma gratuita en muchos países. Los niños reciben dos dosis de la vacuna contra el sarampión. La primera se da generalmente después del primer año de vida. La segunda suele darse antes de que el niño empiece el colegio. En la mayoría de los casos, la vacunación protege a su niño contra el sarampión y minimiza la exposición al sarampión en la comunidad. La vacunación también evita las complicaciones derivadas del sarampión tales como la neumonía grave, las infecciones pulmonares y la encefalitis.

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